Me acerco a la ventana y veo las gotas

de lluvia atolondradas bajando por el cristal.

No resisto a la tentación de salir y disfrutar

esta lluvia temprana y caminar por las calles

de árboles desnudos, como tantas veces lo hicimos.

Muchas millas nos separan físicamente,

pero no en pensamiento. Tú disfrutas

por esas tierras calientes de la América alta

y cumples el sueño tan anhelado,

sé que estás pensando en mí y buscas en

esas ferias de artesanos alguna figura típica,

algún amate mexicano, o por qué no una piedra

del Lago de Solentiname, o tal vez una orquídea

colombiana. En la última me anunciabas tu

pronto regreso. Yo solo deseo que el tiempo

vuele y llegue ese día.

Hoy pienso qué bien nos veríamos bajo

mi paraguas azul en esta fría tarde

de invierno.

Escrito por:

PatriciaHerreraRiquelme

Edición Aguja Literaria