“ALTERNA”
Avanzaba
tu mano
presurosa;
tu ojo
impaciente
reclamaba.
¿Dónde está
el sitio?
Preguntaste
al guardián
impasible.
(Menos mal
que mi ceja
triste observaba
la escena).
Al gritar
¡aquí! ya
comprendiste.
Yo era
tu pregunta,
tu sitio,
tu respuesta
Por Renzo Rosso Heidel