Los personajes son claves en los textos narrativos. Se trate de cuento o novela, ellos le dan vida a la historia y, si están bien construidos, conectarán con el lector. Por esta razón, el personaje no solo debe ser verosímil con la historia (corresponder en nombre y personalidad a la época y lugar donde se ambienta, por ejemplo), sino también ser coherente consigo mismo. Ahí radica la importancia de preparar las fichas de personajes.

¿Qué es una ficha de personaje?

Es un compendio en el que describes en detalle a los personajes principales y secundarios de tu libro. Es posible utilizarla para los terciarios, pero debes estudiar su importancia en la trama y la frecuencia de aparición; si no son relevantes para la trama y aparecen una sola vez, entonces no la requieren.

La ficha no debe incluirse en el libro, pero necesitas armarla para que sirva de guía durante el proceso de escritura.

¿Cuál es su función?

La ficha reducirá la posibilidad de que cometas errores en tu historia. Gracias a ella, sabrás exactamente cómo luce tu personaje, qué piensa y cuál es su posición frente a ciertas situaciones. La coherencia del personaje aporta credibilidad a tu historia; de lo contrario, el lector sentirá que no es genuino o que sus acciones ante un hecho no corresponden con la idea que se había formado de él.

Los personajes, igual que las personas, pueden cambiar de opinión de acuerdo con nuevas experiencias; sin embargo, esa evolución tiene que estar dada en el libro para que justifique su cambio de posición.