ENTREVISTA CULTURAL
Daniel Gil y su muestra “Miradas”

Actores sin máscaras

Inspirado en la fascinación que despiertan sus rostros en gran parte de la sociedad, Daniel Gil desplegó una exhibición que reúne 42 fotografías de figuras de la actuación lejos de egos y personajes. “Cuando tienen que mostrarse ellos, aparecen los miedos y la fragilidad de exponerse a una cámara”, dice.

Por Alfredo López J.

Como si se tratara de una secuencia de imágenes que buscan una expresión absoluta de libertad, el fotógrafo y artista chileno Daniel Gil, junto a Espacio Matta, desplegó 42 retratos de actores y actrices chilenas en el Centro Cultural de Providencia. Un recorrido que funciona casi como un deseo voyeur para ir más allá del acostumbrado rostro, el mismo que vemos siempre a la hora de encarnar roles que podrían estar muy lejos del verdadero Yo. Un ejercicio en blanco y negro, con profesionales como Antonia Zegers, Alfredo Castro, Néstor Cantillana, Blanca Lewin, Eduardo Barril o Mariana di Girolamo.

El foco de Gil, de esta manera, se sitúa en la profundidad de la mirada, donde busca capturar el momento exacto en que el retratado se conecta con su propia personalidad. Es el momento en que transmite una faceta de sí mismo que logra finalmente dialogar con el espectador, pero desde una vereda completamente espontánea y real.

“Lo que permanece oculto tras la pantalla o las tablas, aparece cuando la mirada y la expresión se conectan con una emoción, la cual –por medio de la fotografía– permanece quieta en el tiempo para ser observada y reflexionada: ahí está el vínculo entre quien mira y el retrato”, explica Gil. Cada sesión fotográfica tuvo una producción de vestuario y maquillaje previamente conceptualizada según las características del actor o actriz. Todos elegidos, por ejemplo, por su trayectoria de la mano de las facetas de la identidad chilena, o bien a partir de historias que resultan más cercanas desde un sentido cultural, geográfico e incluso étnico.

Con estudios en Madrid y Londres, Daniel Gil se ha especializado en fotografía de moda y retrato. Sus trabajos editoriales han sido publicados en prestigiosas revistas como “GQ Latinoamérica”, “Neo2”, “Paula”, “Mujer”, “Onebook” y “Revista YA”, entre otras. En 2014 funda Estudio Matta, productora fotográfica y audiovisual dedicada a proyectos publicitarios y editoriales. Una trayectoria que hoy, por primera vez, le permite presentar su primera muestra autoral: “Miradas”.

¿Cómo llegó la fotografía a su vida? ¿Fue algo espontáneo o apareció como una búsqueda?

“Desde niño siempre tuve una atracción por la imagen. Recuerdo tardes enteras viendo libros de arte en casa y disfrutando con la pintura de los grandes maestros. Luego comencé a tomar la cámara de mi madre y hacer fotos en viajes, nada muy consciente aún. Cuando realmente llegué a interesarme fue mientras vivía en Madrid, donde tomé un curso gratuito de fotografía y aluciné. Después estudié en el Centro Internacional de Fotografía y Cine EFTI, que es una de las mejores escuelas que existe en España”.

¿Por qué en esta muestra optó por el blanco y negro? ¿A qué atribuye esa decisión a la hora del retrato y el registro?

“Me siento muy cómodo trabajando el retrato en blanco y negro. Fue natural tomar ese camino”.

¿Cómo llegó a la selección de los retratados? ¿Cuáles fueron los parámetros a la hora de escoger entre un nombre y otro?

“La elección de los actores y actrices se basó en tres principios. Primero, que fueran reconocidos por la gente, tanto por haber actuado en series, películas, teleseries o teatro. Una manera de generar la conexión con el espectador. En segundo lugar, la transversalidad generacional y, finalmente, la paridad de género”.

Sabemos que se trata una selección de 42 actores emergentes y consagrados, todos formados para caracterizar personajes con profesionalismo frente a la cámara. ¿Cómo logró despojarlos de su atuendo de actores? ¿Cuál fue su estrategia?

“Lo más importante a mi juicio para lograr llegar al actor y no al personaje, es generar las confianzas y un ambiente cómodo junto a mi equipo. Lo que primero hago en una sesión es conversar un tiempo. Sin prisas, necesito conocer a la persona y que todos nos sintamos relajados antes de comenzar el shooting”.

A modo de reflexión, ¿cómo es retratar a actores? Algunos famosos, otros no tanto, ¿se podría decir que hay algo común entre ellos a la hora de enfrentar el lente de su cámara?

“Cada sesión fue particular y entretenida. Trabajar con actores y actrices para mí fue muy cómodo, además aprendí mucho. Aunque sí hay algo que me llamó la atención. A pesar de que los actores se ven muy seguros de sí mismos cuando interpretan un personaje, cuando se sacan esas máscaras tienen que mostrarse ellos. Entonces aparecen los miedos y la fragilidad de exponerse a una cámara. Es algo muy humano. La oportunidad de poder acercarse sutilmente al retrato”.

Finalmente, ¿es posible que nos pueda relatar algún episodio, algún momento, que en lo personal fue gratificante o ilustrativo de este largo proceso de capturar a 42 actores nacionales?

“Hay muchos momentos inolvidables de cada una de las sesiones. Pero si tengo que mencionar uno especial, fue retratando a Luz Jiménez. Conversando con ella me contó que había sido compañera de teatro de Víctor Jara en la Universidad de Chile. Me confirmó el tremendo valor que tienen las actrices y actores en nuestra cultura. Eso me conectó de una forma muy fuerte con nuestra historia”.