El concepto de “Heavy Metal” comenzó a ser utilizado en la transición hacia la década de 1970 por la prensa, para referirse al agresivo sonido de bandas de Hard Rock inglesas como Led Zeppelin o Deep Purple, y siguió siendo libremente utilizado en los años siguientes para describir la música de agrupaciones como Grand Funk Railroad o incluso Kiss, a pesar de que, en estricto rigor, la real definición musical del estilo no llegó hasta fines de la década de los 70, gracias al movimiento de origen underground inglés llamado “New Wave Of British Heavy Metal”, que dió origen a uno de los géneros más populares y polémicos de toda la música popular.
En términos sociológicos, el origen del Metal tiene bastante que ver con el del Punk, en cuanto a que ambos derivan de reacciones de grupos de adolescentes masculinos blancos en Inglaterra de mediados de los años 70, que se sienten alienados por la sociedad que los rodea, la música de moda o lo que ellos consideran la represión del mundo adulto, que, en el caso del metal, muchas veces pone énfasis en el rol antagonista de madres y profesoras, lo que a su vez explica en parte la misoginia normalmente asociada al estilo durante las últimas 4 décadas.
Musicalmente hablando, el Metal tiene como antecedente directo el Hard Rock de bandas como Led Zeppelin, Deep Purple y particularmente Black Sabbath, quienes, desde sus primeros discos a comienzos de los años 70, impactaron al mundo con su sonido- a menudo opaco y con pulsos más lentos que el resto de sus pares-, además de letras- que trataban temas como los trastornos psicológicos, las drogas o los horrores de la guerra-, sumado a una imaginería oscura influenciada por el cine de terror y lo oculto, algo que, de aquí en adelante, fue asociado para siempre al género.
A mediados de los años 70, la banda inglesa Mötorhead se convirtió en uno de los antecedentes más importantes para la New Wave Of British Heavy Metal, con un sonido que juntó el rechazo al virtuosismo del Punk con el sonido pesado de las bandas de Hard Rock, agregando, además, un ingrediente clave para el desarrollo del género: un énfasis en la velocidad. Por otra parte, otro de los grupos importantísimos en el desarrollo del género fue Judas Priest, banda que debutó a mediados de los años 70 como un grupo de Hard Rock con tintes progresivos, que fue poco a poco derivando en un sonido más agresivo y, para muchos, terminó definiendo el género en la transición a los 80 con el disco “British Steel”. Dentro de los múltiples aportes de Judas Priest, podemos encontrar el canto potente con énfasis en el registro agudo de Rob Halford, las “guitarras gemelas” haciendo melodías armonizadas- algo que también ocupaban bandas de Hard Rock como Thin Lizzy o UFO- y, de manera no menos importante, la vestimenta estereotípica con chaquetas de cuero y pulseras con puntas de metal. Cabe destacar que, probablemente, el punto más importante de separación entre el Hard Rock y el Heavy Metal, radica en el progresivo alejamiento del Blues que existe en este último, por lo que el Metal se identifica entonces como el primer estilo derivado del Rock que decide cortar lazos con el género base para tantos otros tipos de música. A diferencia de los ocurrido con el Punk, no todos los exponentes del sonido pre-metalero renegaron del virtuosismo, si no que muchos, al contrario, abrazaron incluso las influencias clásicas de grupos progresivos, particularmente en el desarrollo del vocabulario de las guitarras solistas, con exponentes como el legendario guitarrista de Deep Purple Richie Blackmore, quien allanó el camino para el surgimiento de virtuosos tan influyentes como Randy Rhoades ó Eddie Van Halen a fines de los 70.
EN BÚSQUEDA DE SONIDOS EXTREMOS
En la transición hacia los 80, el éxito de varias bandas de la NWOBHM influenció la creación de múltiples bandas de heavy metal en EE.UU, que en múltiples casos sumaron a éste recursos traídos del Hardcore Punk, lo que derivó en la creación del subgénero con mayor impacto de la década: el Thrash Metal, donde la agresividad y la velocidad subieron considerablemente, las voces se tornaron más gritadas y distorsionadas, las temáticas se alejaron de la fantasía para centrarse en vívidas críticas sociales, mientras que la música se volvió más demandante desde el punto de vista técnico, particularmente en relación a la precisión y velocidad.
Si bien los llamados “4 grandes” del Thrash Metal fueron bandas Estadounidenses (Metallica, Megadeth, Anthrax y Slayer), el sub género se transformó en un fenómeno global hacia mediados de la década de los 80 con exponentes europeos como Kreator o Sodom, sudamericanos como Sepultura y múltiples otras bandas norteamericanas.
Eventualmente, hacia la segunda mitad de la década, el éxito de discos como “Reign in Blood” de Slayer- que contaba con un sonido más extremo- con tempos aún más rápidos, cambios rítmicos entre secciones y letras explícitamente violentas, marcó una transición hacia el más exitoso subgénero de metal extremo: el Death Metal, ejemplificado en el trabajo de bandas como Death, Possessed, Obituary, Cannibal Corpse o Deicide. Técnicamente, el Death Metal se caracteriza por sus pulsos extremadamente rápidos, donde los bateristas emplean una técnica conocida como “blast beat”, temas multiseccionales de alta complejidad, cambios de métrica, súbitos contrastes rítmicos y voces que se alejan totalmente del estilo melódico del Heavy Metal inicial, focalizándose en la utilización de elementos guturales, mientras las letras describen de manera extremadamente gráfica todo tipo de prácticas violentas asociadas a películas de terror, como mutilaciones, canibalismo, además de temas de connotación satánica. A pesar de su carácter extremo, el Death Metal se transformó en uno de los subgéneros más populares del Metal, con importantes exponentes en todos los continentes y bastante éxito comercial durante los años 90.
Paralelo al desarrollo del Death Metal en la segunda mitad de los 80, en Europa comenzó a desarrollarse un movimiento que, si bien incluía algunos de los elementos técnicos de los géneros más extremos del Metal, surgió como una respuesta al exceso de agresividad y oscuridad del Thrash y Death Metal, prefiriendo volver al carácter más melódico del Heavy Metal original, en muchos casos dando énfasis a las características progresivas (la inclusión de influencias doctas, el virtuosismo instrumental, cantantes de registro agudo y letras en mayor parte relacionadas con la fantasía épica). Este subgénero fue conocido como “Power Metal” y tiene entre sus primeros exponentes a los alemanes de Helloween. El éxito del Power Metal a nivel mundial derivó en la creación de múltiples bandas a lo largo de todo el mundo, como los finlandeses Stratovarius y Sonata Arctica, los Argentinos de Rata Blanca o los Italianos “Rhapsody Of Fire”, quienes a fines de los años 90 mezclaron el estilo con arreglos orquestales y coros épicos, logrando gran aceptación por parte de los fans.Sin duda, el subgénero más polémico relacionado con el Metal es el llamado “Black Metal”, que tiene algunos exponentes tempranos como Venom ó los daneses de Mercyful Fate, uno de los primeros grupos que trató de manera explícita temas satánicos en un disco y también ayudó popularizar el uso de maquillajes de estilo cadavérico entre las bandas del subgénero. Sin embargo, el Black Metal tiene su apogeo en la transición hacia los 90, particularmente en la escena Noruega, gracias al trabajo de bandas como Mayhem, Burzum y Emperor. Musicalmente, el Black Metal noruego utiliza elementos del Metal extremo- como el énfasis en la velocidad y estructuras complejas-, pero se asocia a un sonido de baja fidelidad, con voces agudas y punzantes, y composiciones que buscan generar “ambiente”. En términos ideológicos, los miembros de la escena del Black Metal noruego de comienzos de los 90 se oponían fervientemente al cristianismo y la religión autorizada, defendiendo ideales de un satanismo violento, que derivó en la quema de iglesias y otros sucesos de carácter policial, incluyendo múltiples asesinatos que terminaron por enterrar la escena, pero ayudaron a aumentar la leyenda en torno a estos íconos del Black Metal. Eventualmente, en la segunda mitad de la década de los 90, surge una nueva escena relacionada al Black Metal, de carácter más amable, con bandas como Cradle Of Filth, con una puesta en escena teatral, o Dimmu Borgir, quienes evolucionaron hacia un sonido cada más progresivo y lograron gran popularidad a principios del siglo XX.Más allá de las polémicas y el carácter extremo de muchos de los subgéneros del metal, una buena parte del Rock más popular de las décadas de 1980 y 1990 se vio directamente influenciado por elementos del sonido metalero, desde el Glam Metal de grupos como Motley Crüe y Skid Row al Grunge de Soundgarden o Melvins. Además, desde fines de los 80 comenzaron a desarrollarse distintas fusiones, desde el Funk Metal de Living Colour o Primus, a la muy popular mezcla de Metal, Rock alternativo y Rap, que derivó en la exitosa escena del “Nu Metal” de fines de los años 90 con grupos como Korn, Deftones y Limp Bizkit, vendiendo millones de álbumes, así como fusiones más sofisticadas como el Prog Metal de bandas como Dream Theater y Symphony X, y una variante más extrema, Meshuggah o Cynic.
En nuestro próximo capítulo, hablaremos sobre el origen, desarrollo e influencia sobre distintos estilos que ha tenido la música Ska y Reggae, nacida en Jamaica.
