Las historias que tratan sobre crímenes, misterios que resolver y un detective que castiga a los delincuentes son muy populares. Por ello, te hablamos sobre los orígenes del género policial.

Orígenes

El nacimiento del género policial clásico se rastrea hasta el siglo XIX, cuyo exponente más conocido y considerado el padre del género es Edgar Allan Poe, escritor estadounidense que delineó las características a través de cuentos como “Los crímenes de la calle Morgue” y “La cara robada”. El primero de ellos fue publicado en 1841, en la Graham´s Green Magazine, de la cual Poe era editor. Antes de esto, no es posible hablar de relatos policiales, ya que fue durante el siglo XIX que las ciudades comenzaron a expandirse y crecer, aunque se encuentren obras con algunas características similares en siglos anteriores. El interés que generó en los lectores este género provino del estímulo que provocaba seguir las aventuras de un detective al desentrañar un crimen. Por ello, son frecuentes en las primeras obras los investigadores que utilizan la lógica y el razonamiento para llegar a la solución del misterio.

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Posterior a los relatos de Poe, se publicó en 1868 la primera novela inglesa de detectives, La piedra lunar, de Wilkie Collins. Veinte años después, Arthur Conan Doyle dio vida a su conocido detective Sherlock Holmes. A estos les siguieron otros autores, en su mayoría de origen inglés o francés.

A mediados del siglo XX, el interés por el género policial decayó, pero comenzó a aparecer en Estados Unidos una variante que poco a poco sentaría las bases para la novela negra. El motivo de esto fue la situación política y social que se vivía en el país, como las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, la ley seca ocurrida entre 1920 y 1933, y la caída de la bolsa de 1929.

En este contexto surgieron algunas revistas, denominadas pulp, que recogían relatos de poca calidad literaria (en la mayoría de los casos), pero que reflejaban el ambiente de corrupción y conflicto que se vivía. En 1920 apareció la revista Black Mask, que dio mayor notoriedad a los escritos del género con autores como Dashiell Hammet (El halcón maltés) y Raymond Chandler (La ventana siniestra).

Es posible encontrar diferencias en el desarrollo de esta nueva corriente del género policial dependiendo del país donde se gesta la historia. Por ejemplo, la novela negra norteamericana está centrada en la corrupción producto del poder y las injusticias que esto provoca, mientras que la española se inclina hacia el realismo, la crítica social y el culto a la ciudad. En todas, sin embargo, la violencia es un ingrediente importante, así como el desarrollo en torno a un crimen.

Este artículo fue escrito por:

Zorayda Coello Freitas / Editora de Aguja Literaria/ Locutora Gleisy Ríos