Hacia 1965, y aún en pleno auge de la beatlemanía, los intereses de los integrantes de la banda inglesa se habían movido definitivamente desde de la mezcla de Rock’n Roll y Teen Pop de sus inicios, a nuevos sonidos más ambiciosos, influenciados por la contracultura californiana, las nuevas posibilidades que traían las mejores tecnologías en el estudio grabación, la sofisticación de las letras de Bob Dylan, así como también por el interés de George Harrison en la música y cultura de la India. 

A mediados de la década de los 60, las presentaciones en vivo de The Beatles comenzaban a realizarse cada vez en lugares más grandes, con un importante hito como fue el concierto en el Shea Stadium de New York a mediados de 1965, considerado el primer gran mega concierto, dando inicio, además, a la era de los grandes festivales al aire libre, tan representativos de la última parte de la década. Sin embargo, la banda se encontraba cada vez más cansada por el incesante acoso de fans, la pérdida de vida privada, y de manera más importante aún, el poco interés demostrado por sus seguidores en la música misma, ya que normalmente los gritos de la audiencia hacían imposible escuchar las canciones y, en algunos casos, hacían difícil incluso a la banda oírse a sí mismos, teniendo en cuenta la precariedad de los sistemas de sonido en vivo de la época. Al mismo tiempo, la agrupación comenzaba a disfrutar cada vez más de la privacidad, paz y libertad creativa que les daba el estudio de grabación.

 

Esto se plasmó en el inicio de una segunda etapa en la carrera discográfica de The Beatles, que comienza con la edición del disco “Rubber Soul” a fines de 1965, que marcaba claras diferencias con sus grabaciones anteriores, llevando al primer plano los intereses renovados de la banda, situándola al frente de la revolución creativa del Rock Pop, gracias a composiciones que, si bien mantenían su carácter como canciones Pop, mostraban una nueva búsqueda a nivel musical, y letras que se alejaban de los clichés del Pop Adolescente

con un amplio uso de metáforas y temáticas distintas, así como la inclusión de nuevos recursos sonoros como el sitar interpretado por George Harrison en “Norwegian Wood”, además de la utilización creativa de las técnicas de estudio y las contribuciones musicales del productor George Martin, quien cada vez tomaría protagonismo con sus interesantes arreglos musicales, que juntarán los sonidos Pop con la música del Barroco, algo que se alejaba totalmente de los estándares de la época. Por primera vez en la carrera de la banda, “Rubber Soul” se sentía como un álbum coherente, y no una colección de canciones, y su lanzamiento tendría profundas repercusiones en el sonido que tomaría la música en los años venideros. 

Eventualmente, frustrados por la actitud de sus fans, como también por la imposibilidad de replicar en vivo muchos de los arreglos generados en sus últimas grabaciones, la banda toma, en 1966, luego de la edición de su disco “Revolver”  la decisión de dejar los escenarios y enfocarse en el trabajo de estudio. Los temas de “Revolver” extendían todas las novedades encontradas en “Rubber Soul”, y colocaban a la banda de Liverpool al frente de la vanguardia musical, gracias a temas como “Eleanor Rigby”, acompañado por un octeto de cuerdas arreglado por George Martin, o la psicodélica “Tomorrow Never Dies”, donde la banda se deja influenciar por técnicas sacadas de lo más experimental de la música electrónica contemporánea, todo sin abandonar la idea de canción Pop de 3 minutos. Esta segunda etapa de la banda también introduce a George Harrison como una figura alternativa a Lennon y McCartney en la composición, lo que enriquece aún más la creatividad del grupo.

 

VANGUARDIA Y PSICODELIA

Un caso paralelo muy interesante es el de The Beach Boys en EE.UU, que luego de años de mucho éxito comercial como exponentes del Surf Rock vocal, sufren un cambio radical de estilo gracias a la edición del disco “Pet Sounds”, en 1966. Más que un disco de la banda, Pet Sounds es una obra de uno de sus integrantes, Brian Wilson, quien había decidido dejar las actuaciones en vivo para abocarse al trabajo en estudio. La atención a los detalles, la sofisticación de los arreglos, el uso de músicos de sesión y la experimentación del trabajo de Wilson resultan afines a lo hecho por The Beatles en Rubber Soul o Revolver, y resultarían en uno de los discos de rock más aclamados de la historia, que incluso es considerado como influencia para el cuarteto de Liverpool durante la creación de Sgt.Pepper’s Lonely Hearts Club Band, su obra más ambiciosa a la fecha. La música salida de las sesiones de grabación de Sgt.Pepper’s, que incluye también los singles “Strawberry Fields Forever” y “Penny Lane”, presenta al conjunto en su etapa más experimental y psicodélica, donde el estudio de grabación se transforma en instrumento más, y los arreglos de George Martin toman un protagonismo aún mayor que en los discos anteriores. De manera interesante, a pesar de el alto grado de experimentación, el disco se transformó en el más vendido de la banda hasta la fecha, y es considerado hasta el dia de hoy como un hito dentro de la historia de la música popular, y un ejemplo perfecto del impacto de todos los movimientos contraculturales de la década. Además, la ilusión de “disco conceptual”, donde los temas parecen estar unidos por una temática común, una idea que en realidad abandonaron luego de la segunda canción, sumado a la música del álbum, son considerados clave en el inicio de la corriente del Rock Progresivo en Inglaterra. 

En los últimos años de la banda, el deterioro en las relaciones del grupo dio como resultado discos como el muy popular “álbum blanco”, que para muchos, y a pesar de su gran éxito comercial y la presencia de temas tan rupturistas como “Happiness is Warm Gun” o “Helter Skelter”, entre otros, representa más bien un conjunto de temas solistas que un disco del grupo. Por otro lado, está el polémico “Let it be”, abandonado luego de las peleas que surgieron durante la grabación, que incluso alejaron a George Martin y derivaron en la futura disolución de la banda, que se despidió de manera notable con el disco “Abbey Road”, que incluye muchos de los tracks más aclamados de su historia como “Come Together”, “Oh Darling” ó “Something”, entre otros. 

El legado musical de The Beatles se basa en gran parte en esta etapa tardía, que es un ejemplo perfecto del increíble ambiente creativo de la segunda mitad de los 60, donde muchos los artistas más exitosos del mundo empujaban los límites de la música Pop, incluyendo altos grados de experimentación a todo nivel, transformando a bandas como The Beatles o The Beach Boys en el más alto standard por el que será juzgado todo el Rock/Pop hasta el día de hoy.

En nuestro próximo capítulo, revisaremos el origen y desarrollo de otro de los estilos más importantes para la concepción de la música Pop moderna, que tuvo una importante influencia sobre el rock de los años 60: el Soul. 

 

Compositor, Arreglista Y Profesor Historia de la Música Instituto Profesional Escuela Moderna de Música

Felipe Opazo