¿Por qué evitar los juicios de valor?

Guiar al lector en tu texto es necesario, pero forzarlo a interpretar la narración de la forma que deseas te causará los siguientes problemas:

  • Añades redundancias. Es común que, al recalcar que un hecho ha sido positivo o negativo, ya tu lector lo intuyó por su cuenta, así que la explicación resulta innecesaria.

  • Decepcionas. Parte de la emoción de leer es sentir que formas parte de ese mundo oculto y sintonizarte con los personajes. Si no consideras a tu lector capaz de interpretar tu libro y reiteras aquello que ya sabe, esa magia se perderá. No lo subestimes ni fuerces sus interpretaciones.

  • Impides las interpretaciones. La literatura es subjetiva, quizá tu villano sea víctima de las circunstancias de su pasado a ojos de tu lector. ¿No es esto lo que quieres transmitir? ¡Es imposible impedirlo! Si tus personajes están bien construidos, tendrán virtudes y defectos como cualquier persona, tu lector debe ser libre de justificar las acciones de unos y convertirse en aliado de otros.

  • Afecta la calidad. Si constantemente te explayas en explicaciones de algo que resulta obvio para el lector avezado, solo le arrebatas calidad al texto. Revisa con mucho cuidado tus escritos, recorta aquello que sobre y, si no sabes cómo hacerlo, acude a un editor.

Incluso si los juicios de valor emitidos por el narrador son ciertos, evita su uso y permite que tu lector forme sus impresiones.

Este artículo fue escrito por: Zorayda Coello Freitas Editora de Aguja Literaria

Video : Gleisy Ríos / Edición : Felipe Opazo 

Aguja Literaria