Stevie Wonder y Earth, Wind & Fire

A pesar de que el éxito comercial del funk durante los 70 logró traspasar la barrera racial, existen ejemplos de artistas que trascienden ese estilo en particular, y son, hasta el día de hoy, considerados el estándar por el que se juzga toda la mezcla entre pop y música afronorteamericana. Durante los años 70, esos casos estuvieron representados por Stevie Wonder y la agrupación Earth, Wind & Fire

En el caso de Stevie Wonder, tenemos a un músico que comienza su ascenso a la fama a los 12 años, al fichar como la nueva estrella joven del sello Motown, desarrollando una exitosísima carrera al alero del sistema de producción de canciones de la compañía de Detroit. Sin embargo, en 1971- al cumplir 21 años- Stevie renegocia su contrato con Motown exigiendo completo control creativo en la creación de su nueva música, lo que inicia un segundo período en su carrera, quizás uno de los más notables en la segunda mitad del siglo XX. 

Comenzando con el disco “Music of My mind”, Stevie empieza a experimentar con canciones cada vez más sofisticadas armónica y melódicamente, mientras, al mismo tiempo, introduce las sonoridades modernas de los sintetizadores a la música negra popular- además de interpretar prácticamente todos los instrumentos- todo sin perder el atractivo comercial, algo que puede apreciarse de manera clara en discos legendarios como “Talking Book” o “Innervisions”, donde además Stevie incluye fuertes críticas sociales en temas como “Living For The City”. La obra de Stevie Wonder de la primera mitad de los 70 fue premiada con múltiples discos de oro y platino, así como con todos los premios de la industria musical, y tuvo uno de sus momentos más altos en 1976, con la edición el disco doble “Songs In The Key Of Life”, un viaje musical que incluye elementos de Pop, Soul, Funk, Jazz, influencias latinas, alta tecnología y letras conscientes, en uno de los más claros ejemplos de su genialidad creativa, que lo ha llevado a ser considerado uno de los más importantes artistas desde la segunda mitad del siglo XX. 

Por otro lado, Earth Wind & Fire es el resultado de la búsqueda creativa del baterista Maurice White, quien durante los años 60 se desempeñó como baterista de sesión para múltiples éxitos del sello Chess, antes de sumarse al exitoso trío del pianista de Soul Jazz Ramsey Lewis, con el cual pudo recorrer el mundo en la segunda mitad de los años 60. Inspirado en la filosofía y espiritualidad de oriente, White decide formar una banda que idealmente mezclaría elementos del Soul, Jazz, Funk, Rock y músicas del mundo, para lo se muda a Los Ángeles y comienza a reclutar músicos, que eventualmente incluyeron a su hermano menor Verdine White en bajo, el cantante Philip Bailey– famoso por su falsete- el baterista Ralph Johnson– que permitiría que White se desempeñara como cantante en los shows en vivo- y posteriormente el gran guitarrista rítmico Al McKay, entre otros. Durante la primera mitad de los años 70, EWF editó una serie de discos  de escaso éxito comercial, que incluyeron cambios de integrantes y fueron mostrando, poco a poco, la evolución musical del conjunto hacia el concepto ideado por Maurice White originalmente. La madurez de la banda- y el éxito comercial- llegaron en 1975 con el disco “That’s The Way Of The World”, originalmente pensado como banda sonora de una película que pasó sin pena ni gloria. En este álbum, EWF dejaba atrás el énfasis en largas jam sessions de sus inicios, presentando una mezcla de canciones con influencias Funk y sofisticadas baladas, todas rodeadas por los creativos arreglos de vientos y cuerdas a cargo del co productor Charles Stepney, la sólida base rítmica que mezclaba Soul, Funk, Jazz y Música Latina, y los increíbles arreglos vocales de Maurice White y Philip Bailey.  El éxito de la mezcla se reflejó en sus shows, documentados en el excelente álbum doble “Gratitude”, uno de los mejores ejemplos de discos en vivo de los años 70. De aquí en adelante, EWF continuó sofisticando su sonido, con temas, arreglos e interpretaciones, tanto en estudio como en vivo,  que se transformaron en puntos de admiración para artistas negros y blancos, gracias a importantes discos  como “Spirit”, “All ‘n All” y “I Am”; y sus respectivas giras, que permitieron que EWF se transformará en uno de las bandas mas exitosas del mundo a fines de los años 70, estableciendo, al igual que Stevie Wonder, un standard por el cual las bandas de música popular serían juzgadas hasta el dia de hoy.

Un ingrediente diferenciador y muy importante en la carrera tanto de Stevie Wonder y Earth, Wind & Fire, tiene que ver con las letras, que se alejaban de los clichés del funk de los años 70, que se centraban mayormente temáticas relacionadas con las fiestas y el sexo, presentando textos llenos de optimismo, superación personal, amor y contenido espiritual. 

El sonido del Funk y la sofisticación de la música de Stevie Wonder y Earth Wind Fire, fueron una influencia importantísima para los siguientes grandes íconos de la música afro norteamericana, Michael Jackson y Prince, que lograrían llevar los sonidos de raíz negra a lo más alto de las listas comerciales durante los años 80 y parte de los años 90.

DISCO

 «Hacia mediados de la década de los 70, los grandes líderes de la industria musical, viendo el gran éxito comercial de las múltiples bandas y artistas asociados al Funk, comenzaron a idear una fórmula para convertir este sonido en una moda superventas, como lo había sido el Swing de los años 30 y 40 o el Rock’n Roll durante los 50».

El primer problema que tuvieron que superar tenía que ver con la naturaleza polirrítmica y muchas veces carente de estructura canción del estilo creado por James Brown. La nueva música debía tener una clara estructura Pop reconocible, así como minimizar la complejidad rítmica, con objeto de aumentar la probabilidad de éxito entre la población blanca en EE.UU y Europa. En la búsqueda, los ejecutivos dieron con algunos de los temas más famosos de una importante figura del soul contemporáneo, Barry White, quien presentaba canciones con estrofas y coros, lujosos arreglos de cuerdas, y, de manera particular en varios de sus temas, un patrón rítmico en la batería que acentuaba el bombo de manera clara las 4 negras del compás de 4/4. Fue entonces como los temas de Barry White, sin que necesariamente él lo supiera, forjaron la base del nuevo estilo comercial creado por la industria musical, quien además mantendría algunos elementos característicos del Funk como las líneas de bajo o las guitarras, aun cuando cada vez más estos fueron derivando en clichés que se alejaron de su origen afro. La nueva música estaba pensada para funcionar en la creciente escena de las discotecas, locales nocturnos originados en Europa durante los años 60, donde se bailaba música envasada elegida por un DJ, ó disc-jockey. Fue así como, a mediados de los años 70, nació la Música Disco, que cambió el panorama de la música popular de la década y al mismo tiempo terminó provocando una importante crisis en la música de raíz afro norteamericana. 

Teniendo en cuenta el contexto social y la integración racial ya existente en los años 70 en EE.UU- a diferencia de lo ocurrido con el Swing o el Rock’n Roll, donde la industria comenzó instituyendo a figuras blancas como los reyes del estilo- en este caso, los primeros ejemplos exitosos de música disco tuvieron que ver con las llamadas “disco divas”, cantantes de soul a las se les asignaban temas creados bajo la fórmula disco, normalmente sin mayor ambición lírica que llamar al baile, y en el caso de algunas artistas, como la llamada “reina del disco”, Donna Summer, con un importante contenido de explotación sexual, lo que, por supuesto, contribuyó al éxito comercial. Hacia 1977, el inmenso éxito de los temas “disco”, con sus largas introducciones que creaban expectativa antes del comienzo de la “marcha disco” , con las el bombo marcando todo los tiempos del compás de 4/4, los arreglos de cuerda que a esta altura eran cada vez más cliché y una versión blanqueada del Funk en el resto de los instrumentos, terminaron de llegar a todos los hogares de EE.UU gracias al mega éxito de la película “Saturday Night Fever”, ambientada en el mundo de las discoteques y con una banda sonora en clave disco, mayormente a cargo del grupo Pop The Bee-Gees, que rápidamente se transformó en el disco más vendido de la historia a la fecha. Es así como, en los últimos años de los 70, múltiples agrupaciones negras de Funk, dieron la espalda al estilo en busca del éxito de la fórmula Disco, lo que incluyó a importantes nombres como Kool & The Gang, quienes cambiaron totalmente su estilo, reduciendo las características más afro de su música en pos de una mayor comercialidad. Esto no solamente afectó al mundo del Soul y Funk, sino que incluso llegó al Rock, con artistas como The Rolling Stones o incluso Kiss tratando de subirse al vagón de la onda Disco. 

Eventualmente, la sobreexposición de la música Disco provocó un cansancio en la audiencia a comienzos de los años 80, lo que derivó en una crisis importante para la música afronorteamericana, ya que, debido a que muchos de los más importantes artistas de esa escena musical se encontraban tratando de sumarse al sonido Disco, mucha de la población blanca de EE.UU comenzó a igualar los conceptos de música negra y música Disco, aun cuando esta última carecía de muchas de las cualidades originales de los sonidos afro norteamericanos en que estaba basada. Esta crisis de identidad tuvo un importante impacto a principios de los años 80, donde, por ejemplo, en sus inicios, el famoso canal de videos MTV, en una medida claramente impulsada por el racismo y la ignorancia, se negaba a pasar videos de artistas negros, supuestamente porque se trataba de un canal de Rock y Pop, no de música Disco. Eventualmente, el éxito de figuras como Michael Jackson y Prince lograron derribar esta barrera racial, pero de igual manera, la igualación errónea entre Funk y Disco sigue estando presente en la mente de personas de todo el mundo

A fin de cuentas, la música Disco fue un gigantesco fenómeno comercial y social, y, si bien, dentro de ella existen múltiples temas notables, la sobreexposición, la mediocridad de la música de múltiples artistas que aspiraban llegar al éxito comercial, y la idea misma de una música de laboratorio que toma recursos de otra música de origen afronorteamericano y los pasa por un filtro comercial- un proceso que hoy sería descrito con el término anglosajón “whitewashing”, algo así como “blanqueado”- explica por qué, a pesar de su gran éxito, sea visto como un proceso de decadencia en la música negra. 

 

 

 

 

 

 

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Compositor y Arreglista Profesor Historia de la Música Instituto Profesional Escuela Moderna de Música

Felipe Opazo O.