¿Cómo saber cuál elegir?

Las normas ortográficas señalan que lo más importante es determinar si la oración cumple funciones de complemento directo o indirecto.

Estamos frente a un complemento directo cuando el verbo de la oración afecta al enunciado o palabra de forma directa, mientras que se habla de complemento indirecto cuando se refiere al ser que se convierte en receptor de la acción; por lo general, el complemente indirecto es introducido por las preposiciones “a” y “para”.

Ejemplos:

Juan compró un libro (complemento directo)

 Juan compró un libro para su hermana (complemento indirecto)

Ahora que sabes esto, es momento de explicarte cuándo usar “la”, “le” y “lo”.

Cuándo usar “la”

Se emplea como complemento directo cuando el referente es femenino.

Ejemplo: Juan quiere mucho a su hermana / Juan la quiere mucho

Cuándo usar “le”

Se emplea como complemento indirecto para referentes masculinos y femeninos.

Ejemplos:

Le mintieron (a él o ella)

En ciertas ocasiones, el leísmo se emplea como complemento directo del masculino por considerarse un tratamiento de respeto; sin embargo, se recomienda usarlo solo cuando aparece en singular.

 

Ejemplos:

Le saludo (a usted, masculino)

Los saludo (en lugar de Les saludo, que sería incorrecto)

En estos casos de respeto, nunca debe utilizarse para el femenino.

Ejemplo:

La saludo (no Le saludo)

Además, no se emplea “le” cuando se hace referencia a objetos u animales, en esos casos lo correcto es emplear “lo” o

Ejemplo

Hizo trizas el jarrón

Lo correcto es Lo hizo trizas, no Le hizo trizas

Llenó la jarra

Lo correcto es La llenó, no Le llenó

 

Cuándo usar “lo”

Se usa como complemento directo cuando el referente es masculino.

Ejemplo:

Quiere mucho a su gato / Lo quiere mucho

Me llevo el libro / Me lo llevo

Estas son algunas recomendaciones generales, pueden presentarse oraciones más complejas que requieran de mayor análisis de las normas para determinar el pronombre correcto.