Edward Hopper

 

PINTURA EN TIEMPOS DE CUARENTENA  

 

La pandemia ha llevado a muchas personas a ser muy creativos en casa sobre todo aquellos que le gusta el arte y las pinturas. Hemos visto como personas de todo el mundo han representado cuadros de diferentes épocas con lo que tienen en casa, incluso aquí en Chile el Museo Nacional de las Bellas Artes ha incentivado a las personas a recrear sus obras.

Las pandemias y las crisis son una oportunidad también para el arte, véase las numerosas obras que surgieron por la II Guerra Mundial, por ejemplo; pero lo que hoy acontece ya ha sido representado antes, hace casi 100 años atrás y si bien esta no es la primera pandemia que ha existido en la historia, es gracias precisamente al arte y su representación que podemos hilar ese telar que es la historia.

En la actualidad las pinturas de Edward Hopper han resultado un escenario conocido para cientos de miles de personas en el mundo; escenas aisladas y solitarias, personajes nostálgicos que anhelan el exterior, introspección y tranquilidad. Los cuadros resultan tan contemporáneos que es difícil pensar en el tiempo entre sus obras y lo que hoy vivimos.

 

Edward Hopper ha inspirado a innumerables pintores, fotógrafos, cineastas, escenógrafos y escritores. En las artes visuales, la influencia de Hopper es notoria en artistas destacados como Mark Rothko, George Segal, Banksy o Tony Oursler. Mientras que en la fotografía destacan Robert Adams, Diane Arbus, Harry Callahan, William Eggleston, Walker Evans y Robert Frank.

Sin embargo, su influencia en el cine es una de las más impactantes, generaciones de cineastas se han inspirado en los puntos de vista dramáticos, la iluminación y el estado de ánimo general de Hopper, entre ellos, Sam Mendes, David Lynch, Robert Siodmak, Orson Welles y Wim Wenders. Su pintura, House by the Railroad terminada en 1925 inspiró la casa de Alfred Hitchcock en «Psycho» del año 1960.

En el 2020, Wenders realizó “Two or Three Things I Know About Edward Hopper” un cortometraje en formato 3D, en el marco de la exposición de Edward Hopper montada por la Fundación Beyeler de Basilea en Suiza. En este cortometraje, el director Win Wenders viajó hasta Montana en Estados Unidos para recrear con detalle y exactitud algunas de las pinturas más emblemáticas de Hopper, cuidando la luz y los semblantes, accionando a los personajes sin quitarles el suspenso y melancolía que refleja el “espíritu americano” en los cuadros originales para recrear estas microhistorias.

 

Cultura Creativa / Gleisy Ríos