Si bien, en nuestros artículos anteriores, vimos cómo el proceso de urbanización del Blues, un género en un inicio rural, derivó en la creación del Jazz a comienzos del siglo XX; existe un desarrollo paralelo del estilo en las urbes estadounidenses, que, a diferencia de lo ocurrido con el Jazz, mantendría intactas muchas de las características originales del Blues, sin introducir elementos acordes extra o melodías más complejas.
Hoy comenzaremos a hablar acerca de cómo el Blues urbanizado, se transformará en el motor principal de la música popular después de la 2da guerra mundial, extendiendo su influencia incluso fuera de EE.UU
Boogie Woogie
El primer proceso importante de urbanización del Blues tuvo que ver con el formato instrumental. Se cuenta que, ya hacia fines del siglo XIX, comenzaron aparecer los primeros exponentes que llevaron el tradicional blues rural, de guitarra y voz, hacia un instrumento totalmente urbano, como el piano. Este Blues pianístico explotaria en popularidad hacia fines de los años 20 como un estilo enfocado en el baile, denominado Boogie Woogie. Los temas típicos del Boogie Woogie eran normalmente derivados de las vertientes más rápidas del Blues, luciendo características líneas de bajo interpretadas por la mano izquierda de los pianistas, y letras mayormente enfocadas en la danza que, terminaron convirtiéndose en clichés asociados al estilo. Algunos importantes nombres asociados al Boogie Woogie incluyen a Meade Lux Lewis, Pete Johnson, Albert Ammons, Clarence “Pine Top” Smith o Memphis Slim. Si bien el Boogie Woogie nació como algo exclusivamente pianístico, su popularidad derivó en la adición de voces y pronto de otros instrumentos hacia mediados de la década de 1930, lo que nos dejaría ad-portas de un nuevo género: el Rhythm & Blues.
Dentro de la historia de la música existen pocos conceptos más confusos y manoseados que Rhythm & Blues, desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, el término ha sido utilizado de manera poco precisa para definir distintos subgéneros de la música afronorteamericana. Sin embargo, en su estado original, el concepto de Rhythm & Blues es muy fácil definir. De hecho, la explicación deriva directamente de su nombre: “Rhythm”, ritmo en inglés, que se refiere a la adición de una sección rítmica (“rhythm section” en inglés), que en este caso normalmente será una batería, un bajo y una 2da guitarra, piano u órgano; mientras que “Blues”, es el estilo base que ya conocemos. Entonces, Rhythm & Blues simplemente significa un Blues, al que se le añade una sección rítmica, transformando una música inicialmente individual, en un género colectivo. Esta transformación sucede paralelamente al desarrollo del Swing hacia fines de la década de 1930, y aunque comparte algunas características con éste, existen diferencias importantes.
El Rhythm & Blues, o R&B, como se suele abreviar, nos presenta un claro portador melódico (normalmente un cantante o instrumento solista), que está acompañado de una sección rítmica (comúnmente un piano, guitarra, contrabajo y batería), además de una sección que cumple principalmente un carácter responsorial, pudiendo estar representada, por ejemplo, por un grupo vientos o incluso alguno de los instrumentos de la base rítmica. Un punto interesante está en el carácter más “pesado” del ritmo de la batería, con un énfasis en los tiempos 2 y 4 de un compás de 4/4 en el tambor, lo que se denomina “backbeat”, alejando al R&B del sonido más “aéreo” del Jazz moderno.
El R&B es el género donde rápidamente ganó popularidad la guitarra eléctrica a principios de los 40. De hecho, muchos de los intérpretes más famosos de Rhythm & Blues son justamente “héroes” de la guitarra. Entre ellos, B.B King, Albert King, Elmore James o John Lee Hooker. Asimismo, el aumento en el volumen derivado de la amplificación de las guitarras y la intensidad de los bateristas, se transformará en la invención del bajo eléctrico a comienzos de los 50, un instrumento que normalmente se relaciona con este estilo en sus inicios y que pronto desplazaría al contrabajo en las secciones rítmicas de los estilos más modernos.
De manera interesante, podríamos dividir el R&B en 2 partes:
Una más comercial, asociada a los ritmos bailables, normalmente derivados del Boogie Woogie, destacándose estrellas como el saxofonista, cantante y líder de orquesta Louis Jordan, una de las figuras más exitosas de la década de los 40, quien marcó una transición entre el swing y el Rhythm & Blues en su música; y otra parte más enfocada en las distintas expresiones y ritmos del blues, con un énfasis en la expresividad y los solistas, en este caso mayormente guitarristas/cantantes. Ambas partes del Rhythm & Blues son increíblemente importantes ya que se transformarían en la base de los estilos más populares de las siguientes décadas.
Como venía siendo costumbre desde los años 20, y a pesar de que el estilo se desarrolló en distintas partes de EE.UU, la ciudad de Chicago se convirtió en el centro más importante asociado al R&B, destacándose el éxito del sello Chess Records, que contaba en su catálogo con varias de las figuras más importantes del estilo como Muddy Waters, Howlin Wolf, Willie Dixon, Little Walter y Sonny Boy Williamson, entre otros.
Compositor, Arreglista Y Profesor Historia de la Música Instituto Profesional Escuela Moderna de Música