Con el tiempo te das cuenta que has muerto, aunque respires. 
Llorar así es tan tonto, absurdo defecto de mis ojos. 
Me he quedado vacío, muerto, muerto, muy muerto. 
De pronto, uno se va, como se va el tiempo, como se van los lagartos. 
Las alas se emancipan, pero quedan deformes, violando tu libertad. 
Es inútil querer amar, se ha quedado mudo el corazón, mudo, muy mudo. 
Los juguetes se rompieron, se fueron con el circo. 
Payasos de metal agujerean mis latidos, esperando mi derrota.
En la fosa, gusanos corroen las entrañas. 
Esperanza marchita de mentiras. 
Gaviotas cubiertas de sangre, agotadas de vida.
Todos se van, escapan, como escapan las hormigas. 
De pronto volveré, sabré que estas ahí. 
Estaré en los trozos rotos de tu espejo.
Anidaré en el hambre de los perros callejeros
Llorar así es tan tonto.
Se van los años, se pasa el día, se apagan los sueños. 
Enfado desproporcionado por la fe.
Enchido de nostalgia y asco de dolor. 
El circo llama a la puerta, volverá la muerte a tocar.  
Al Séptimo día diré adiós. 
Me he quedado muerto, muy muerto

Escrito por: Yohan Ramos

Si quieres participar en nuestra web, envíanos un menaje con tu texto a culturadelmetropolitano@gmail.com