El canto ocupa un lugar bastante interesante y especial dentro de la historia del jazz, en muchos casos resulta un nexo directo entre este estilo y la música pop tradicional. Al pasar las décadas encontraremos que, muchas de las figuras populares asociadas al género (jazz), son justamente cantantes, mientras que otras estrellas que no asociamos a la música pop, igualmente tienen un pie dentro de la historia del jazz. 

Un nuevo estilo de canto

Probablemente la primera gran influencia para las futuras generaciones de cantantes de jazz fueron los intérpretes de blues, particularmente las cantantes femeninas del estilo como Ma´ Raney, Mamie Smith y la “Emperatriz del blues”, Bessie Smith. En la década de los 20´s, comenzó a darse la primera variación “urbana” del Blues, cuando cantantes como Mamie Smith comenzaron a ser acompañadas por músicos de jazz. Esto fue muy bien recibido por las audiencias, por lo que los sellos discográficos pronto comenzaron a grabar a estas cantantes, quienes poco a poco comenzaron a sofisticar un tanto el crudo sonido del blues. Esto tenía que ver tanto con la influencia del mismo jazz, como con la precariedad técnica de las grabaciones y el sesgo racial de la época, donde era común que las cantantes afro norteamericanas de blues tuvieran que cantar de manera un tanto “restringida” para así lograr una mejor calidad de sonido, y a la vez, conservar un estilo más “recatado” que pudiera ser vendido tanto a audiencias negras como a blancas. 

Eventualmente, cerca de la década de 1920, el éxito de las grabaciones de blues cantado, acompañado por músicos del jazz, derivó en que las compañías comenzarán a sugerir a sus estrellas, tal como hicieron con los solistas de jazz, expandir su repertorio y comenzar a incluir piezas del “Great American Songbook” (Gran cancionero norteamericano),  que normalmente derivaban en gran parte del teatro musical. Es aquí cuando sumamos a este grupo de cantantes al gran Louis Armstrong, siendo el más importante exponente del jazz del momento, ayudó al inicio del jazz cantado. 

Una de las características más importantes a la hora de cantar jazz es la interpretación, a diferencia de los intérpretes tradicionales del teatro musical, los cantantes de jazz se aproximarían a estas famosas canciones de otra forma, modificando las melodías con recursos del blues o incluso de los solistas instrumentales del jazz, y al mismo tiempo jugando con los ritmos, atrasando o adelantando las frases, lo que daba por resultado una interpretación totalmente fresca de melodías muy conocidas para el público. Estas variaciones melódicas y cambios de “fraseo rítmico” se transformarán en las herramientas más importantes de expresión individual para los cantantes a lo largo de las décadas, por lo que, a pesar de la importancia capital de la improvisación para el jazz, muchas veces nos encontraremos con que varias de las grandes estrellas del jazz cantado no necesariamente improvisaban de la misma manera que los instrumentistas del estilo. 

Por otro lado, muchos atribuyen a Louis Armstrong, un eximio trompetista quien también cantaba, la popularización de otro de los recursos usados por múltiples intérpretes vocales. La historia cuenta que durante la grabación de un tema popular llamado “Heebie Jeebies” en 1926, Armstrong tenía la letra de la canción anotada en un papel, el cual cayó al suelo en la mitad de la grabación, por lo que el trompetista comenzó a improvisar vocalmente usando onomatopeyas para así no perder la toma. Eventualmente los productores quedaron encantados con el “accidente”, dando origen a este recurso llamado “Scat”, que en décadas posteriores será llevado a alturas increíbles por diferentes intérpretes.

 

Cantantes y orquestas

«A mediados de los 20´s, el éxito de las grandes orquestas comerciales de New York, que ahora comenzaban a incluir verdaderos solistas de jazz, incluyeron la aparición de un nuevo modelo de cantante, que en general contaba con una interpretación muy calmada y sobria, pero que igualmente comenzaba a utilizar poco a poco algunas de las variaciones melódicas o rítmicas derivadas del jazz«

Este tipo de cantante “de orquesta” fue denominado “Crooner” ó “Lady Crooner”, haciendo alusión a la idea de que el cantante, pese a ser una estrella en el escenario, igualmente debía generar intimidad con la audiencia mediante un canto refinado y sin mayores estridencias. El arquetipo de este tipo de cantante fue sin duda Bing Crosby, quien se hizo famoso cantando con la orquesta de Paul Whiteman en los años 20´s, y se convirtió en el más importante cantante de gran orquesta durante la era del swing en los 30´s. Crosby es justamente el cantante modelo para lo que se considera “pop tradicional”, sin embargo, este es un estilo lleno de recursos venidos del jazz, por lo que la línea que diferencia a un cantante de jazz con uno de “pop tradicional” será bastante difusa, particularmente teniendo en cuenta que la gran mayoría de los cantantes de jazz, igualmente grabarán discos de canciones pop, donde la improvisación en ningún caso es lo más importante. 

A pesar de que la era del swing trajo consigo el comienzo de las distintas carreras de máximas figuras del estilo, la verdad es que durante los 30´s, los cantantes jugaban un rol totalmente secundario en las orquestas, eran simplemente “un instrumento más”, por lo que es muy normal que en las grabaciones de la época los cantantes tengan una sección que venga después de una exposición de la melodía por la orquesta, o incluso después de los primeros solos. Eventualmente, la cercanía que producían las versiones cantadas de los temas, hizo que a principios de los 40´s, y de manera directamente relacionada con la creciente comercialidad del estilo swing, los cantantes fueran adquiriendo cada vez mayor protagonismo, por lo que, luego de la 2da guerra mundial, estos pasaron de ser “invitados de la orquesta” a ser “líderes acompañados por orquestas”, lo que derivó en una extensión de la estética musical del swing, (que estaba muriendo en la 2da mitad los 40s),  al alero de estos populares vocalistas, quienes mantuvieron vivo el sonido de las big bands por décadas. 

Sin duda, la mayor figura comercial nacida en la era del swing fue Frank Sinatra, quien comenzó su carrera idolatrando a figuras como Bing Crosby, pero también prestando atención a lo que pasaba con intérpretes femeninas como Billie Holiday, así como con los grandes instrumentistas de la época. Luego de transformarse en la gran figura de la orquesta de Tommy Dorsey a principios de los 40´s, Sinatra comenzó una carrera solista que lo llevó rápidamente al estrellato, transformándolo en el nuevo crooner “de referencia”. Sin embargo, para principios de los 50´s, una serie de factores comenzaron a mermar la carrera de Sinatra, quien tuvo que reinventarse totalmente para poder continuar. Esto implicó el inicio de la época de oro de Sinatra, quien ahora acarreaba toda la experiencia (y las heridas) de una carrera de 15 años, pudiendo inyectar a sus interpretaciones una nueva vitalidad, destacándose una gran confianza para ejecutar cambios rítmicos y melódicos en las canciones, así como también una nueva “vulnerabilidad” a la hora de cantar baladas, lo que sumado a los espectaculares arreglos de su colaborador más habitual de la época, el gran Nelson Riddle, dieron por resultado algunos de los discos más importantes y artísticamente destacables del pop tradicional en la década 1955-1965, como “Songs for Swingin’ Lovers”, “In The Wee Small Hours”, “Only The Lonely” ó “Sinatra’s Swingin’ Session”, entre otros. Hay que destacar que, si bien Sinatra normalmente no es considerado un “cantante de jazz”, sus interpretaciones están cargadas de muchos de los mismos recursos de los vocalistas del estilo, haciendo que estas divisiones muchas veces resulten bastante arbitrarias.

El modelo de “crooner” creado por Crosby y perfeccionado por Sinatra sigue siendo popular en la actualidad con intérpretes como Harry Connick Jr, Michael Bublé, Seth MacFarlane, o figuras legendarias como Tony Bennett.

Jazz vs Pop Tradicional

 

Como se mencionó anteriormente, resulta muy común que muchas de las figuras del canto dividan su carrera entre un lado jazzistico y otro más comercial orientado a las grandes audiencias. Probablemente tomando el ejemplo de dos de las figuras femeninas más importantes de la historia del jazz, Billie Holiday y Ella Fitzgerald, las generaciones posteriores han seguido el ejemplo casi al pie de la letra

 

 

 

 Billie Holiday comenzó su carrera a principios de los 30´s, y pese a vivir una infancia terrible llena de abandono, violencia y pobreza, logró transformarse en un nombre destacado ya a mediados de la década, acompañando a diversas orquestas (incluso orquestas blancas), y transformándose en el primer gran referente femenino de “cantante” de jazz, pese a no contar con una voz “privilegiada” en términos técnicos, gracias a su increíble habilidad para modificar el fraseo rítmico y su gran imaginación melódica, que hasta el día de hoy resultan objeto de estudio para cualquier persona que quiera adentrarse seriamente en el estilo. La popularidad de Holiday siguió en ascenso durante los 40´s y 50´s, alternando sus grabaciones entre sesiones de canciones pop acompañadas de orquesta con otras apariciones en un entorno más jazzístico, pero lamentablemente su carrera se vio bastante afectada por su adicción al alcohol y las drogas, que terminaron con su prematura muerte a los 44 años de edad. 

 Pese a tener orígenes similares, Ella Fitzgerald es una cantante totalmente distinta, representando otra aproximación al jazz, y un complemento enérgico y alegre para la melancolía de Holiday. Fitzgerald comenzó a hacerse conocida cantando junto a la famosa orquesta del baterista Chick Webb durante la 2da mitad de los 30´s y rápidamente comenzó a impresionar a las audiencias y a sus pares por su virtuosismo y creatividad.

 Durante los 40´s, Ella Fitzgerald comenzó a relacionarse con músicos de jazz moderno y se transformó en la exponente más destacada del “scat”, incluyendo incluso recursos de la compleja música del bebop creada por Charlie Parker y Dizzy Gillespie. En ese sentido, Fitzgerald podía improvisar por minutos al igual que los mejores solistas, lo que sumado a todos los recursos de variaciones melódicas y rítmicas a los que sometía a las canciones, la convierten en otro ejemplo perfecto de “cantante de jazz”. Lamentablemente, debido a que no contaba con el atractivo físico de Holiday, la carrera de Ella Fitzgerald no fue tan exitosa, hasta los 50´s que comenzó a trabajar con el legendario productor y gestor Norman Granz, quien se transformó en su manager y llevó a la voz de Ella a los hogares de millones de personas alternando sesiones jazzísticas con grupos pequeños, con otras dedicadas a la obra de los más importantes compositores de “standards” como George y Ira Gershwin, Irving Berlin, Rodgers & Hammerstein o incluso Duke Ellington. Estos discos se transformaron en grandes éxitos comerciales entre mediados de los 50´s y mediados de 60´s , incluso hasta el día de hoy son considerados referencias absolutas para la interpretaciones de muchas de estas clásicas canciones.

 Siguiendo el ejemplo de Holiday y Fitzgerald, existen muchas otras importantes cantantes incluyendo intérpretes blancas como por ejemplo Anita O’Day, quien también transitó ampliamente entre el jazz y el pop, creando una estética personal muy particular. Por otro lado, tenemos a Sarah Vaughan, otra de las más destacadas cantantes de la historia, que siendo una generación menor que Holiday y Fitzgerald, comenzó su carrera en los albores del jazz moderno, y se transformó en una impecable intérprete de scat, destacándose además su profunda voz que cautivó a muchos oyentes en sus grabaciones de standards a lo largo de décadas.

 En relación a los cantantes masculinos, un caso interesante es el de Mel Tormé que, si bien fue por mucho tiempo encasillado como un cantante de “pop tradicional” por su cálida y aterciopelada voz, se vio muy influenciado por Ella Fitzgerald transformándose en un eximio improvisador, además de ser multi instrumentista y arreglador musical.

 Un caso muy interesante es el de la cantante Betty Carter, probablemente la más representativa de la estética del jazz moderno. Pese a tener algunas grabaciones más comerciales como sus duetos con Ray Charles a comienzos de los 60´s, Carter fue en general bastante reticente a grabar canciones pop y se caracterizó por un énfasis en la improvisación, evolucionando el scat hacia los lenguajes más modernos del jazz, resultando una influencia directa para intérpretes contemporáneas como Rachelle Ferrell o Kurt Elling. 

 

Instrumentistas cantantes

 Un último caso interesante es el de los instrumentistas cantantes, una tradición que parte con Louis Armstrong y que tiene ramificaciones hasta la actualidad. Quizás uno de los casos más reconocibles sea el de Nat King Cole, quien comenzó a hacerse famoso en la década de los 40´s como el pianista, líder y cantante de un trío, que equilibraba las partes cantadas a modo crooner, con virtuosas improvisaciones de Cole y sus músicos. En este caso, Nat King Cole no necesitaba mucho más que exponer la melodía con su voz, ya que la improvisación estaba totalmente cargada a su interpretación pianística. Gracias al éxito de esta agrupación, en los 50´s la industria animó a Cole a ir dejando de lado el piano y lo posicionó como un crooner, cosechando un increíble éxito comercial, sin embargo, la influencia de Nat King Cole como pianista y como cantante ha sido increíblemente importante en la carrera de muchas de las figuras más exitosas de la historia del jazz como Oscar Peterson o quizás la influencia más obvia, la pianista y cantante canadiense Diana Krall, probablemente la figura comercial más exitosa del jazz en la actualidad. Otro caso interesante es el del popular trompetista Chet Baker, quien desarrolló un estilo de canto increíblemente íntimo que cautivó a las audiencias desde mediados de los 50´s.

 

 

 

 

 

 

Así concluye nuestro vistazo general de la historia del jazz, al menos hasta fines de la década de 1960, cuando las cosas comienzan a cambiar gracias al influjo de otros estilos modernos como el rock y el funk, que irán cambiando la cara del jazz hasta la actualidad.

Felipe Opazo O. 

Compositor y Arreglista Profesor Historia de la Música Instituto Profesional Escuela Moderna de Música

 

 

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